martes, 22 de noviembre de 2011

Bruxismo infantil. ¿Es necesario tratar?



El bruxismo, rechinar de los dientes, puede ser clasificado en nocturno y diurno. El bruxismo diurno se refiere al apretar consciente o inconsciente de los dientes, muchas veces acompañado de hábitos parafuncionales ( mordisquear  lápices u otros objetos, morderse las uñas, labios o mejillas, chuparse el dedo, uso tardío del chupete ).
El bruxismo nocturno se refiere al rechinamiento inconsciente de los dientes, caracterizado por ser audible, por lo que los padres consultan. Se trata de un acto reflejo involuntario. No hay evidencia de que los niños que aprietan los dientes por la noche, sean bruxistas diurnos. La prevalencia del bruxismo infantil se sitúa, según los estudios, en rangos entre el 7% y el 88%. 
¿Cuándo puede comenzar el bruxismo?
Los investigadores coinciden en que puede comenzar con la erupción de los primeros dientes y que aumenta con la aparición de la dentición mixta, para posteriormente disminuir con la edad. 
¿Cuáles son sus síntomas?
La mayoría de los estudios han sido realizados en adultos,  existen investigadores que dudan que la sintomatología sea igual en los adultos que en los niños. En los adultos a parte de los desgastes facetarios, atricción, hipertrofias musculares, lesiones ligamento periodontal , exposición pulpar, recesiones gingivales.. existen disfunciones temporomandibulares, con su sintomatología típica . En los niños esta última alteración es mucho menos frecuente.
La consecuencia mas asociada al bruxismo nocturno son los desgastes en el esmalte de los dientes. Recientes estudios han encontrado una alta prevalencia en pacientes con síndrome de Down  y parálisis cerebral( (PCI). 
¿Cuáles son sus causas?
Las causas y las características del bruxismo no han sido todavía bien definidas, aunque si que existen estudios que identifican algunos factores de riesgo locales, psicológicos, genéticos, neurológicos  y otros factores de tipo social. La relación entre hábitos parafuncionales y el desarrollo de malooclusión ha sido relacionada en la literatura científica,  aunque hoy por hoy sigue siendo algo controvertido. Lo mismo ocurre entre la relación de malooclusión y bruxismo o hábitos parafuncionales (morderse las uñas, chuparse el dedo). Existen algunos factores sociales  que parece relacionarse más con la existencia de bruxismo infantil, el que se ha encontrado un relación estadísticamente significativa en hijos de madres muy jóvenes, aunque estos estudios no dicen la edad concreta. Este dato habría que tomarlo con precaución ya que lo que parece claro es que el bruxismo infantil tiene una causa multifactorial y en madres muy jóvenes suele haber otros factores relacionados, como embarazos no deseados, conflicto entre los padres y sus familias, lo que puede causar en el niño problemas de ansiedad, depresión, agresividad..etc. 
¿Cual es el tratamiento?
Debido a que muchos estudios hablan de la disminución del bruxismo a medida que el niño crece, parece razonable que en casos leves lo mejor sea la observación periódica. Se han intentado muchos tratamientos en el bruxismo infantil, pero con resultados decepcionantes.  Es reseñable que en casos severos y relacionados con alteraciones del movimiento, la toxina botulínica si ha demostrado eficacia para el tratamiento de estos pacientes.
Por último en un estudio realizado por Kieser y Groenveld realizado a niños con bruxismo entre 6 y 9 años buscaron la posible relación entre bruxismo infantil y disfunción craneomandibular, concluyendo que el bruxismo juvenil era autolimitado, que no progresaba a bruxismo en adultos y que no parece relacionarse con sintomatología de la ATM.

Referencias:
  1. López-Pérez R, López-Morales P, Borges-Yáñez SA, Maupomé G, Parés-Vidrio G. Prevalence of bruxism among Mexican children with Down syndrome. Downs Syndr Res Pract. 2007 Jul;12(1):45-9. 
  2. Bruxismo en Niños. Rodríguez Recio.
  3. Miamoto CB, Pereira LJ, Ramos -Jorge ML, Marques LS. Prevalence and predictive factors of sleep bruxism in children with and without cognitive impairment.Braz Oral Res. 2011 Oct;25(5):439-45.
  4. Demir A, Uysal T, Guray E, Basciftci FA. The relationship between bruxism and occlusal factors among seven- to 19-year-old Turkish children. Angle Orthod. 2004 Oct;74(5):672-6.
  5. Serra-Negra JM, Paiva SM, Seabra AP, Dorella C, Lemos BF, Pordeus IA. Prevalence of sleep bruxism in a group of Brazilian schoolchildren. Eur Arch Paediatr Dent. 2010 Aug;11(4):192-5. 
  6. Castelo PM, Barbosa TS, Gavião MB. Quality of life evaluation of children with sleep bruxism. BMC Oral Health. 2010 Jun;10:16.
  7. Simões-Zenari M, Bitar ML. Factors associated to bruxism in children from 4-6 years. Pro Fono. 2010 Oct-Dec;22(4):465-72.  
  8. Kieser, J.A.; Groenevel, H.T.; Relationship between juvenile bruxism and craniomandibular dysfunction, J Oral Rehabil 25(9):662-5, 1998.

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